martes, 9 de mayo de 2017

Como se forman los precios

  Por regla general, en occidente estamos acostumbrados a ver un solo precio como medida de intercambio de los bienes. Vamos a una tienda de ropa y vemos su precio y sabemos con exactitud cual será la cantidad de dinero a desembolsar si queremos llevarnos a casa una determinada prenda. Lo mismo con cualquier otro producto.

  En el caso de las acciones, igualmente estamos acostumbrados a ver un solo precio. Este es solo una visión del pasado, pues se trata del importe al que se realizó la última transacción, lo cual no nos dice, en principio, nada de si vamos a ser capaces de comprar dicho valor a ese precio o no.

  Lo cierto de la formación de precios es que para todo bien existen siempre dos precios, uno de oferta y otro de demanda. Incluso en la ropa de la tienda o en la frutería de la esquina. Lo que ocurre en estos casos es que el precio de la demanda (que es el nuestro, el que llevamos en nuestra cabeza) no es evidente. Sin embargo si algo nos parece caro no es sino por que nuestro precio de demanda es más bajo que el que vemos en el expositor. En este sentido los bazares árabes tienen un sistema mucho más arraigado de oferta y demanda.

  En el caso de los mercados financieros el concepto de oferta y demanda está bastante bien desarrollado. Sin embargo, curiosamente, la mayor parte de los agentes económicos que actúan en estos mercados prefiere referirse al último precio de transacción, que rara vez coincide con los precios de oferta y demanda. Este último precio, como digo, no nos dice gran cosa de cual va a ser el siguiente precio de transacción. Solo nos dice cuales fueron las preferencias de los actores económicos en el pasado. Sin embargo, los precios de oferta y demanda si que nos pueden decir cosas a cerca de cual será el próximo precio de transacción. Es lo que comúnmente llamamos oferta y demanda. Mucho se suele hablar de estos conceptos, pero rara vez se entra en profundidad a pensar en como funcionan realmente.

  Si, todos sabemos que los precios dependen de la oferta y de la demanda. Pero ¿Cómo exactamente influencian la oferta y la demanda la formación de precios? Buena pregunta, si señor.

  Un mercado se forma porque un par de personas, como mínimo deciden intercambiar bienes. Cada uno tendrá una opinión de qué valor tienen los bienes a intercambiar. Por simplificarlo, supongamos que se trata de intercambiar un bien por dinero. Cada persona en este ejemplo tendrá un valor en mente, cifrado en una cantidad de dinero, como representativo del bien en cuestión. El valor que le dé la persona poseedora del bien lo llamamos oferta, pues es el precio al que ofrece el bien. El valor que le dé la persona que quiere adquirir el bien lo llamaremos demanda, pues es la cantidad de dinero que ofrecerá como demanda del bien.

  Si el valor de la oferta es menor o igual que el de la demanda, el bien se intercambiará por dinero. Si por el contrario el valor de la oferta es superior al de la demanda no habrá posibilidad de transacción. En muchos casos este podría ser el escenario que nos encontraríamos. El poseedor del bien pide una cantidad que aquel que desea adquirir el bien no está dispuesto a pagar.

 Supongamos ahora que viene al mercado, hasta el momento de dos personas, una tercera persona. Esta tercera persona podría ser un poseedor del bien o podría ser otra persona que desea el bien. Simplemente para simplificar supondremos que es otro poseedor del bien. En este caso, además, este nuevo agente económico tiene necesidad de vender su bien. Ante esta tesitura no le queda más remedio que aceptar el precio del demandante. Y por fin se produce una transacción. Es lo que se conoce como "vender a mercado".

  Otro tanto se podría decir en el caso de que el nuevo actor fuera una persona que desea el bien y que además tiene necesidad imperiosa de conseguirlo. En este caso tendría que aceptar el precio de la oferta y otra vez se cerraría la transacción.

  Como se puede ver, a grandes rasgos, tenemos dos tipos de agentes económicos, los que tienen necesidad de comprar o vender y los que solo tienen deseo, no necesidad. En general, como hemos visto en el ejemplo, aquellos que mueven los mercados son los que tienen necesidad, más que los que tienen deseo. Aunque bien es cierto que la línea que separa el deseo de la necesidad es más bien difusa.

  Un pánico alcista o bajista es un buen ejemplo de esto. Supongamos un pánico alcista. Dias antes de que se produzca el mismo, los precios se mueven con relativamente poca volatilidad. Los agentes económicos en general desean el valor que estamos tomando como ejemplo, pero no hay una gran necesidad de comprarlo así que las posiciones de compra y venta no son muy volátiles y el precio se mueve con parsimonia. Llegado el punto del pánico todo el mundo parece darse cuenta casi al unísono que el precio de la acción se va a disparar y todos quieren entrar en ese mismo instante. Se ha creado una necesidad pues todos quieren aprovechar el rally y no perderse las ganancias esperadas. Más y más agentes económicos se pasan al campo de la necesidad y por tanto compran a mercado. Pero al hacerlo van eliminando las mejores ofertas. Los oferentes más baratos son expulsados, de esta manera, del mercado, quedando cada vez los más caros. Nuevas entradas a mercado hacen que paulatinamente los oferentes se agoten y por tanto el precio se dispara. Se produce el pánico.

  Una vez el precio de la demanda ha subido lo suficiente, los oferentes que quedan se lo piensan dos veces y se vuelven a pasar al lado del deseo. Les gustaría estar dentro pero a esos precios ya no tienen necesidad, solo deseo. Y con el tiempo quizá ni si quiera deseo. El pánico alcista ha terminado.

  Otro tanto se podría decir de un pánico bajista. Me parece oportuno remarcar que no entro, en este texto, a discutir por qué o cual es la mentalidad que lleva a los agentes económicos a creer que necesitan entrar en un valor determinado. Eso creo que queda dentro del ámbito de la psicología. Y daría para otro post distinto. Quizá en el futuro. Lo único que me paro aquí a analizar es cómo se forman los precios.

  Cuando vemos en la pantalla de nuestro broker la profundidad de mercado no tenemos sino la mitad de la fotografía. Solo tenemos la parte de la fotografía de aquellos que no tienen ni necesidad de comprar ni de vender. Aquellos que ponen "ordenes limitadas". Tienen deseo de vender o comprar, pero no tienen prisa y prefieren asegurarse un precio a hacer la transacción. Aun así tenemos una parte del mercado. Cuando vemos una gran posición en la demanda, por ejemplo, nos indica que en principio en ese punto habrá un buen soporte. Muchas ordenes de compra a ese nivel. Sin embargo nos falta la otra parte de la foto. Si realmente la demanda es fuerte, habrá mucha necesidad de comprar y se irán desgastando las posiciones vendedoras que vemos en la pantalla de nuestro broker. Los precios de demanda se irán quedando obsoletos y probablemente esas grandes ordenes se irán moviendo al alza. Si, por el contrario, la oferta  es más fuerte y son mayoría los que tienen necesidad, lo que harán será desgastar la posición grande de compras poco a poco hasta que esa posición de compra desaparezca totalmente. Así que más que ver la foto fija de lo que muestra la profundidad de mercado, es más interesante, desde mi punto de vista, mirar cómo evolucionan los volúmenes de demanda y oferta.

  Este somero análisis se puede extender a cualquier mercado. Incluso a aquellos que sufren procesos deflacionarios o hiperinflacionarios. Un saludo

 

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