viernes, 24 de junio de 2011

Alguien va a tener que pagar la factura....

Mucho hemos hablado ya sobre las acciones que nos han llevado a donde estamos. Practicas bancarias dudosas, codicia por parte de los ciudadanos de a pie, comportamiento de manada por todos los agentes económicos de una sociedad, gobiernos irresponsables. Podemos decir, que la culpa de encontrarnos donde nos encontramos es más bien de toda la sociedad. Podemos discutir si unas culpas son más graves que otras, pero al fin y al cabo podemos llegar a la conclusión que todos y cada uno de nosotros tenemos una parte de culpa de los sucesos que desembocaron en la crisis de 2008 y en los sucesivos acontecimientos. Un poco más adelante explicaré por qué es importante tener esto en cuenta.

Una de las características propias de una burbuja de crédito, es que el dinero suele invertirse o encaminarse hacia actividades poco productivas para la sociedad. Se producen lo que en inglés se llamana "malinvestments" y que nosotros podemos traducir por malas inversiones. Pongamos un ejemplo, la vivienda. El fín úlitmo de la vivienda es el de producir un bien social. Techo. Cubre una necesidad básica para el hombre. Su necesidad de tener cobijo donde resguardarse de los rigores del clima (y en su día también de los depredadores). En los años precedentes al 2008, principalmente porque las políticas económicas de tipos bajos lo favorecieron, se dió un boom en la compra de vivienda en nuestro pais (y también en el resto del mundo). Llegó un punto, en que la nueva vivienda que se compraba, no era para proporcionar un techo, no era para cubrir una necesidad social sino que era para especular con la parte de "activo financiero" que toda vivienda también tiene y que es inseparable de su función de cobijo. Las viviendas, como todos los recursos de este planeta son finitos y por tanto susceptibles de funcionar como un activo financiero. En principio el aire no funciona como tal, porque todos tenemos la noción de que es infinito.

Como decía, los tipos de interés bajos y el crédito abundantes provocaron que la demanda de vivienda aumentara. Con esta, el precio de la misma. Y a raíz de esto se produjo un boom en el cual la vivienda ya no se veía solo como "techo", sino también como inversión. La consecuencia última más clara de todo este proceso fueron, como decía, las malas inversiones. Los agentes económicos (personas, familias, empresas, banca y gobierno) inclinaron cada vez más sus decisiones de inversión hacia ese producto, reforzando la burbuja. El mercado de vivienda se distorsionó y ya no cumplió la función cubrir la demanda de "techo". Sin embargo, esa función es la única que a largo plazo es viable como inversión. Es decir, solo el mercado "real", la demanda "real" de vivienda para techo es viable a largo plazo. El resto es "malinvestments" y como tales, son inversiones no productivas que en su día deberán ser liquidadas. Es decir, al no haber una demanda real por ellas, una vez que la demanda ficticia se agota, los precios empiezan a caer y se paraliza el mercado. Algo en lo que estamos ahora mismo. La inversión realizada en construir la nueva vivienda no se puede recuperar, por que la demanda ficticia ha desaparecido. La inversión era mala y hay pérdidas que asumir una vez se liquide dicha inversión.

Una vez está esto claro, podemos preguntarnos, muy bien, entonces ¿Quién ha de pagar la factura?¿Quien ha de asumir dichas pérdidas? Y aquí es donde vienen las interpretaciones. Yo como sabreis pienso que lo mejor es dejar actuar a las fuerzas del libre mercado. Aquel que no pueda pagar, que quiebre y que el golpe se lo repartan (de la manera más justa posible, si es que eso se puede discernir) entre el endeudado y el acreedor. En su día firmaron un contrato, el cual, cubría la posibilidad de que se diese el impago. Que se ejecuten las previsiones que hacía el contrato, si es que las hay o que se aplique la ley sino.

De haberse hecho así, en 2008 muchas cajas de ahorro y algún que otro banco, al sufrir los impagos de sus hipotecados (y con los mercados de crédito paralizados) habrían tenido que quebrar. Es decir, sus deudores quebraban y ellos al perder sus fuentes de ingresos se verían obligados a quebrar también por no poder pagar a sus acreedores. Recordemos que un banco es deudor de unos y acreedor de otros, todo al mismo tiempo. Pero ¿Quienes son los acreedores de los bancos? Pues otros bancos, aquellos que compran sus bonos y (algo que mucha gente no sabe) los que tienen cuentas corrientes y depósitos en dichos bancos. Si, el común de los mortales le prestan dinero a los bancos al abrir cuentas corrientes. Así que siguiendo el mismo razonamiento liberal de antes, al quebrar el banco, los acreedores del mismo (incluidos los propietarios de cuentas corrientes) deberían sufrir el proceso de bancarrota del banco y posibles (más bien probables) pérdidas en sus ahorros.

Poniendo que un 50% de los bancos y cajas españoles hubiesen quebrado (número que quizá sea hasta optimista) nos podemos hacer una idea del impácto social que eso habría tenido. Si es cierto que hay un fondo de garantía que teoricamente cubre pérdidas hasta 10.000 € por titular de cuenta, pero ese fondo habría quebrado también, pues no está diseñado para un evento de tales proporciones. Nuestro dinero no está tan seguro en los bancos como creemos.

La crisis posterior habría sido muy cruda. Los niveles de paro que habríamos sufrido habrían sido sustancialmente mayores y además reales. Yo soy de la opinión que nuestros niveles actuales de paro, la cifra oficial, son ficticios debido a la enorme cantidad de economía sumergida que padece nuestro pais. Todo este escenario, es muy probable, habría provocado disturbios y desordenes sociales de una magnitud quizá no soportable por la mayoría. Aunque eso ya nunca lo sabremos.

En lugar de la solución de libre mercado a lo bruto, se optó por la solución estatista a lo bruto. Es decir, el estado dirige la economía y decide quien de los que deben quebrar quiebran y quienes son salvados. Decidió salvar a la banca y con ella a sus acreedores (incluidos los poseedores de cuentas corrientes). Con ellos se evitó una profunda crisis (de la cual casi con toda seguridad ya habríamos salido, vease Islandia) solo para abocarnos a una crisis más leve inicialmente pero mucho más duradera en el tiempo y que probablemente acabe siendo casi tan grave.

Con toda esta verborrea, lo que intento hacer ver, es que se tome el camino que se tome (a la hora de solventar una crisis) alguien ha de pagar por las malas inversiones hechas en el periodo anterior a dicha crisis. La función de un Estado, según yo lo veo, es la de proveer de las herramientas adecuadas (leyes) para que el pago de dichas malas inversiones recaiga sobre todos los implicados de la manera más justa posible. Esta justicia, por supuesto, está abierta a debate. No todos vamos a pensar la misma manera justa de pagar por las malas inversiones, pero al menos, debemos intentar usar una que apruebe la mayoría. Eso no se hizo en su día y se salvó a los bancos y a sus acreedores. Se obligó a que todos pagasemos la factura de errores que cometieron muchos, la mayoría si, pero que muchos no tuvieron nada que ver.

Al final del cuento, la opción era salvar las cuentas corrientes del común de los mortales o no hacerlo. Puesto que el común de los mortales son mayoría, se optó por este camino, aunque en realidad no está claro que dicha salvación vaya a durar eternamente. De hecho yo creo que no se consiguió en absoluto. Todavía tenemos peligro, cada día mas. Si llegado el caso España se sale del Euro podeis apostar a que la nueva peseta se devaluará con fuerza respecto al viejo Euro. Esa devaluación la pagarán los propietarios de las cuentas corrientes, depósitos a plazo, bonos y toda aquella herramienta de ahorro denominada en pesetas. La cuentas corrientes y depóstios a plazo fijo en Euros, se transformarán directamente a pesetas via decretazo y por tanto sus propietarios serán los que más paguen la factura al final. De esta manera sí que se habrá salvado a los bancos sin salvar a sus acreedores, o sea, a los propietarios de cuentas corrientes y depósitos.

La factura por los errores del pasado todavía no ha sido pagada. Y está pululando por ahí como una espada de damocles, esperando caer sobre algún colectivo social. Eso no es bueno para la recuperación económica ni para España. Es raro que no haya una gran fuga de capitales de nuestro pais hacia zonas más seguras y con menos incertidumbres. Pero quizá yo me equivoque y los planes de Trichet y compañía de salvar a los paises endeudados, con más deuda, sean los correctos. No lo creo. Un saludo



jueves, 16 de junio de 2011

El final de la crisis griega....

 ¿El principio del final de la crisis de la deuda europea? Ojalá. En el día de ayer se reunieron los ministros de finanzas de la zona Euro, para intentar llegar a un acuerdo de en qué condiciones se le da a Grecia el siguiente plazo de ayuda para que pueda hacer honor a las deudas que le vencen este verano. En principio el acuerdo no ha sido posible. La posición alemana (cada vez más presionada por su electorado) a través de su ministro de economía, el señor Schaeuble, es que ha llegado el momento que los deudores del gobierno griego soporten algo de la carga que conlleva el salvar a Grecia. ¿Como? Sencillo, reestructurando la deuda, o sea, cambiandola.

   Cuando alguien compra deuda de un pais (o de un banco o de cualquier empresa) lo hace a través de diversas herramientas. Las más comunes y concidas son los bonos. El bono es como un préstamo personal en el cual el banco, gobierno o empresa pide dinero al resto de los mortales (familias, otros bancos, otras empresas, otros gobiernos). Tienen una duración, que va desde el mes o tres meses hasta los 30 años. Y se pagan también intereses. O sea, es como un préstamo que la gente en general hace a quien emite el bono. Cuando un banco o una empresa no puede honrar su obligación de devolver el dinero que recibió con la venta del bono y los intereses pactados, dicha institución debe declarar algún tipo de bancarrota o de concurso de acreedores. Si el ente que falla es un estado, es lo mismo, solo que en este caso se le llama "reestructuración" de la deuda. Cuando se compra el bono es como si firmasemos un contrato. Se establece el tiempo y los intereses a precibir. Cualquier cambio de dicho contrato se debe entender como un fallo en cumplir las condiciones del contrato, o sea, como una suspensión de pagos, concurso de acreedores, bancarrota o como más os guste llamarlo.

  Si los inversores fueran minoristas, todos ellos familias, individuos o pequeñas empresas podeis estar seguros que hace tiempo que Grecia habría quebrado. El BCE y todas las partes interesadas en que los bonistas no pierdan un duro en el caso actual, no habrían movido ni un dedo. Habríán dicho "estamos en una economía de libre mercado, y por tanto no debemos intervenir". Como lo que está en el aire es todo el sistema bancario europeo (y aquí que cada uno especule con qué es exactamente lo que se quiere salvar, si al sistema bancario o a sus dueños), el propio BCE y muchos ministros de economía nos dicen la cantinela todos los días de que si no se salva a Grecia, se producirá un desastre de proporciones bíblicas.

    En alemania, como decía, al ser los que más dinero están poniendo para hacer los rescates, están hartos. Ya no quieren más rescates. Y sus gobernantes, muy prudentes, aun a pesar de querer salvar a la banca alemana, que también sufrirá, han empezado a hablar de que los bonistas deben de asumir alguna pérdida. En Francia no quieren oir hablar de ello. El BCE incluso ha llegado a decir que si algún tipo de reestructuración se lleva a cabo, dejará de admitir deuda soberana griega como colateral para los prestamos que hace a bancos centrales y comerciales.

    Recoredemos por un momento como se desarrolló la crisis. En 2008 la mayor parte del sistema financiero y de los mercados de deuda internacionales se pararon. El pánico hizo que nadie supiera quien estaba con las cuentas saneadas y quien con las cuentas hechas unos zorros, por lo que nadie prestaba a nadie. Los bancos, por ley, deben de tener unos niveles mínimos de capital (de dinero o casi dinero). Si por cualquier motivo un banco deja de recibir sus ingresos habituales (porque la gente no le paga lo que le debe) puede usar dicho capital para él ir pagando sus propias deudas. En aquél fatídico otoño, por un lado los bancos no cobraban de quien les debía y por otro, dicho capital no valía lo que debía, pues había perdido valor, con lo cual los bancos no tenían suficiente dinero para hacer honor a sus deudas. Eso en mi pueblo constituye una bancarrota. Existen varios procedimientos de bancarrota, el más extremo de todos siendo el que se subastan los bienes del banco (o  empresa) y se reparte lo recaudado entre los acreedores. En aquel otoño más de un banco debería haber sufrido dicho proceso.  Nuestros gobiernos decidieron que nuestros bancos no podían quebrar. Que sería el fin del mundo. Eso nos contaron, y decidieron salvarlos a costa del dinero de los contribuyentes. Esta salvación se hizo, en Europa, a base de garantizar con el aval del estado, toda la nueva deuda que emitieran dichos bancos. Estos emitieron toda la que pudieron, para con ella tener líquido con el que pagar sus deudas del día a dia. A su vez parte de lo recibido lo prestaron de vuelta a los gobiernos comprandoles deuda del estado. Con esta deuda se podían ir al BCE a que les prestara todavía más a unos tipos muy competitivos. Negocio redondo. El BCE nos presta el dinero con el que nosotros prestamos mas caro a los gobiernos. Nos embolsamos la diferencia sin prácticamente riesgo.

  Bueno pues parece que sí que había riesgo. Sobre todo por el hecho de que las acciones tomadas por los estados hicieron aumentar tanto su deuda que los mercados de crédito (en muchos casos los propios bancos) empezaron a pedir más y más intereses por cada nueva deuda estatal que se emitía. El final ha sido que Grecia, de momento, tiene que pagar un 17% por sus bonos a 10 años. Teniendo en cuenta que la deuda de Grecia es del 120% de su PIB, un tipo de interés tan alto es imposible que sea pagado. Grecia no produce tanto, como para pagar el principal y los intereses de una deuda tan grande. Si el BCE hace lo que dice, la práctica totalidad de la banca griega estará en quiebra. Su única manera de financiarse hoy en día es a través de intercambiar los papelitos griegos por euros del BCE. Muchos bancos a lo largo y ancho de europa tendrían graves problemas también. Por eso no creo que el BCE cumpla su amenaza. Más bien se va a tener que retractar dentro de no mucho y eso le hará perder la poca credibilidad que ahora tiene.

   En parte el BCE no quiere que haya reestructuración porque el porpio BCE ha comprado deuda estatal griega, por lo que dicho proceso supondría pérdidas para el propio BCE. No es que sea el fin del mundo, pero el BCE, en teoría no está para tener ni pérdidas ni ganancias. Además el tratado de Maastrich impide al BCE a comprar directamente deuda a los paises de la zona Euro. Se han saltado la ley haciendolo y ahora no quieren que esa jugada les explote en la cara.

  Sin embargo el proceso es, a mi modesto entender, practicamente inevitable. Grecia va a quebrar. Irlanda es más que probable que también. Portugal casi seguro y España está por ver, pero no andamos muy lejos tampoco. Y aunque ahora todo el mundo ande asustado, en realidad es algo necesario y bueno para la economía. Lo único que debemos intentar es que la quiebra sea lo más ordenada posible y que no se produzcan pánicos que puedan bloquear los mercados internacionales de crédito. Para ello, se debería haber empezado a trabajar en la quiebra hace meses, hablando con las partes implicadas y negociando los términos de la bancarrota. A estas alturas es probable que ya se tuviera acuerdo y es más que probable que Grecia estuviese mucho mejor de lo que está.

  Islandia, mi ejemplo preferido, dejó quebrar sus bancos en el año 2008, al contario que hicieron todos los demas estados de occidente. Este año crece al 5%, mientras que el resto de nosotros estamos rondando la recesión. Ha estado unos 3 años fuera de los mercados de crédito, algo no tan malo, pues ha obligado a su gobierno a vivir dentro de sus posibilidades. El estado islandés volvió la semana pasada a los mercados de crédito. Cualquiera podría pensar que habiendose declarado en bancarrota, dichos mercados habrían penalizado con altos intereses sus bonos. Pues no, consiguieron colocar 1000 millones de euros a 5 años al 5% de interés, más o menos lo mismo que está pagando España y muchisimo más barato que lo que paga Grecia, Irlanda o Portugal.

  Creo que la comparación, aunque odiosa, arroja bastante luz sobre el estado actual de las cosas y sobre cual sería el mejor camino a seguir. Un saludo

   ¿Qué sería lo más sensato? Lo normal aquí sería que Grecia "reestructurara". No puede pagar y cualquier medida que no le quite a Grecia la losa de su enorme deuda de encima, no va a dar resultado. El gobierno griego es culpable por endeudarse más allá de lo que era prudente. La sociedad griega es culpable de haber vivido y seguir querer viviendo de la teta del estado. Los bonistas (bancos europeos y resto de mortales que hayan comprado la deuda griega) son culpables por ser imprudentes y comprar bonos de un pais manirroto. Lo justo es que todos paguen sus equivocaciones. Austeridad y menos teta, para la sociedad griega. Cambio radical de gobernantes y alguna que otra pena de cárcel para su sistema parlamentario (incluyo aquí a todo el parlamento, no solo el gobierno de turno).  Y por su puesto, pérdidas para los bonistas, las que sean necesarias para que la economía griega retome la senda alcista.

  Esas medidas no se van a tomar, al menos hasta que no se vean obligados por las circunstancias a tomarlas. La sociedad griega ya está empezando a padecer la austeridad. Creo que todavía van a padecer más. El gobierno griego tiene un pie fuera (casi los dos). Las penas de cárcel todavía ni se intuyen, pero puede que al final cuando la sociedad griega esté hasta las narices lo pida y algo se haga aunque sea para contentar al personal. Los bonistas están a punto de tener que asumir algún tipo de pérdida y como no se haga bien, puede que dentro de unos meses deban asumir todavía más. O sea, que por más que se empeñen en lo contrario y como ya dije, a todo cerdo le llega su San Martín, como se dice por aquí. Más les valdría haber hecho algo el año pasado, cuando se detectó el problema.

jueves, 9 de junio de 2011

Españistán

 Un muy buen amigo mio, me ha mandado hace unos días un video la mar de gracioso realizado por el caricatuirsta Aleix Saló, sobre como se ha producido la crisis en la que nos vemos sumidos hoy en día.
  Usa un lenguaje muy sencillo y gracioso, por lo que es fácil de seguir


  A parte de ciertos errores de concepto y de que no hace mención alguna al verdadero problema que desencadenó la burbuja en España y con ella la inevitable crisis posterior, a saber, tipos de interés excesivamente bajos debido a la crisis de las punto com, lo cierto es que en cierto modo si que sabe reflejar más o menos que fue lo que ocurrió, al menos algunas consecuencias de las políticas del BCE. Comete algunas simplificaciones también, pero bueno, supongo que no es fácil condensar toda la información que pertañe a la crisis y a la burbuja anterior en un solo video de 7 minutos. Que lo disfruteis. Un saludo

lunes, 6 de junio de 2011

El apoyo al libre mercado decrece en el mundo

 Hace días que vengo intentando traducir un post de Pater Tenebarum. Primero las presentaciones. Pater Tenebarum es el pseudónimo de un blogger que escribe de economía. Su identidad real no es conocida y por tanto no os la puedo ofrecer. Su orientación económica es liberal de la escuela Austriaca, como casi todos de los que hablo en este blog. Suele escribir mucho sobre la situación de Europa y por tanto mucho de lo que habeis leido al respecto en este blog, tiene su origen en Pater.

  El caso es que los post de Pater son larguisimos. Hace unos días escribió uno muy interesante a cerca de la economía de libre mercado y su apoyo en las sociedades actuales. Como era tan largo, intenté que google me lo tradujese. El trabajo, si no, habría sido muy duro. Sin embargo, no hago más que encontrar dificultades técnicas a la hora de pasar la truaducción a este blog. Me sale parte del texto en inglés y parte en castellano, con lo cual sale un batiburrillo ilegible. Lo he intentado varias veces y no ha habido manera, así que me rindo. Os pongo el enlace a la versión en inglés:

 Support For de Free Markets Dwindles (el apoyo al libre mercado mengua)

  En este post, Pater hace una aclaración de la diferencia que existe entre el capitalismo de libre mercado y el capitalismo estatista. No voy a entrar mucho en ese tema, puesto que el otro día ya expliqué dichos conceptos y más o menos son exactamente iguales que los utilizados por Pater.

   Veamos una gráfica que publicó The Economist, y que vienen a mostrar los resultados de unas encuestas cuyo objetivo era averiguar el apoyo público al libre mercado:

  Lo cierto es que es una encuesta la mar de curiosa. Por ejemplo tenemos Japón donde el apoyo a la economía de libre mercado es muy bajo y sin embargo otros paises como Brasil o China (y sobre todo Alemania) el apoyo al libre mercado es muy superior.


  En realidad no debería parecernos curioso, después de todo. La gente normal y corriente está tanto más a favor (o en contra) de un sistema político y económico cuanto mejor es su situación (o peor). De esta manera, el fuerte aumento de la calidad de vida en paises emergentes ha jugado un papel determinante a la hora de que su población apoye el libre mercado (o lo que se vende por doquier que tenemos) mientras que sociedades como la japonesa que llevan más de 20 años entrando y saliendo de crisis sin ninguna mejora sustancial (probablemente empeorando) de su vidas, no acaban de ser adalides del libre mercado.

  Como bien señala Pater y expliqué yo aquí en este blog hace unos días, en realidad no vivimos en una economía de libre mercado y por tanto yo no me apresuraría a vindicar ni los logros ni las penas de los paises emergentes o de los industrializados. En realiad todas las economías mundiales sufren de mayor o menor control por parte del Estado. Aquí os dejo un enlace a la Heritage Fundation que publica anualmente el índice de libertad econóimica:

Libertad económica en el mundo

Lo cierto es que vivimos en unas economías no libres sino "dirigidas". Los Estados actuales se pirran por emitir nueva reglamentación. No se hace más que decir que la crisis que acabamos de padecer (y que en algunos paises todavía padecemos) ha sido culpa de una desregulación que se ha producido con la llegada del siglo XXI. Nada más alejado de la realidad. En realidad lo único que se ha hecho es crear regulaciones nuevas que abolían antiguas y que hacían los mercados más rebuscados, no más libres. El numero de leyes creadas en los paises desarrollados  (y en desarrollo) no ha dejado de crecer en los úlitmos 20 años.

  La cuestión es que es un hecho demostrado que la libertad de mercado (real, no lo que nos cuentan los medios o lo que ahora tenemos y vivimos) trae consigo la generación de riqueza. Y  como muestra un botón:



   En este gráfico podemos ver la diferencia de riqueza por grupos de paises y por zonas geográficas. Por un lado tenemos los paises con más libertad económica y por otro los que menos libertad tienen. Se expresa en porcentaje de PIB per cápita, o sea, riqueza per cápita. Como se demuestra claramente los paises con más libertad, también son los que gozan de mayor renta per cápita.

   Sin embargo y aunque sea algo no fácil de entender, en general lo que nos venden los medios de comunicación es que la libertad es la causante de todos los males sociales (economico-sociales) de nuestras sociedades. En realidad lo que tenemos delante son una cadena de mentiras y de tribulaciones de las entes dirigentes (la gran banca y los gobiernos en connivencia) para hacer derivar cada vez más nuestras democracias hacia estados más y más totalitarios. En realidad lo que parecen buscar es la trasferencia de riqueza de las clases medias hacia las clases dirigentes. Y tal y como están las cosas ahora, es exactamente donde nos encontramos. Es más, Trichet todavía sale ahora diciendo que el Banco Central Europeo necesita más poder sobre las soberanías nacionales para así poder dirigir mejor la política económica europea.

  Después de que fue el BCE quien ha provocado buena parte de la crisis (quien me han leido desde hace tiempo, saben que yo culpo a todo el mundo de la crisis, aunque si que es cierto que hay algunos entes económicos tienen más culpa que otros), ahora se aprovechan de la propia crisis para intentar cojer todavía más poder, con el previsible propósito (así ha sido al menos en los últimos años) a continuar con la transferencia de riqueza hacia las clases pudientes.

  Lo más triste de todo este proceso es que el camino por el que nos están llevando no nos lleva a ningún sitio bueno. Me molesta que me roben, si, pero más me molesta que nos aboquen a situaciones de violencia. De seguir las políticas de libertad económica las clases medias saldrían beneficiadas. Con ello bajaría la pobreza general (que no nos engañemos, no desaparecería) y también bajaría la riqueza de la clase pudiente, aunque de seguro seguiría siendo suficiente para que vivieran holgadamente ellos y su descendencia.

   Esperemos que en todo este proceso, encontremos a alguien, como el senador amercano Ron Paul, que tenga clara las ideas económicas que nos pueden ayudar a salir de la crisis y evitar conflictos. Aquí en Europa, por desgracia, no tenemos a nadie. Un saludo

  


miércoles, 1 de junio de 2011

¿La austeridad tomada por Zapatero era necesaria?

  Absolutamente si. Cuando una persona se endeuda demasiado y empieza a tener problemas para pagar sus deudas, lo normal es que empiece a recortar de otros gastos. Cosas que antes hacía, en su situación actual no se las puede permitir. Si este simplón ejemplo lo trasladamos a la economía general, podemos darnos cuenta que lo que realmente necesitamos como sociedad es dejar de gastar en lujos (por que aunque antes no lo fueran, en nuestra situación actual lo son) que no nos podemos permitir.

   Esta verdad es inescapable para individuos, familias, corporaciones, bancos, estados o cualquier otro ente social que se os pueda ocurrir.Y si acaba ocurriendo que el Partido Popular gana las elecciones el año que viene, espero que continue con las medidas que ya Zapatero ha empezado a tomar. No pretendo hacer defensa ni de uno ni de otro partído. Intento ser lo más apartidista posible. Pero lo cierto es que una de las ideas económicas que yo sigo (en contra de lo que piensan los Keynesianos) es que el crecimiento futuro se basa en el ahorro actual. Desde este punto de vista, niveles inexistentes de ahorro lo único que nos auguran es un futuro incierto.

  El sistema acutal (el Estado del Bienestar) solo puede funcionar con grandes crecimientos de la riqueza nacional. Si el PIB aumenta mucho, podemos dedicar buena parte a asegurarnos el estado del bienestar mientras todavía nos queda para vivir y para invertir. No es eso lo que tenemos ahora. Por tanto parece lógico que, al menos, hasta que volvamos a tener crecimientos del PIB elevados, nos apretemos el cinturón. La sociedad debería estar preparada para aceptar estos cambios. En las primeras fases de la crisis, ciertamente parecía estarlo. Sin embargo, hoy en día parece que no.

  Las movilizaciones que se han visto antes de las elecciones contra el sistema binario gobierno-banca, parecen más encaminadas a intentar por un lado que la banca no nos se vaya de rositas (lo que está bien) y por otro a intentar que los logros sociales del pasado no se pierdan. Por desgracia, la segunda reivindicación de estos movimientos es contraproducente para la sociedad en su conjunto.

  Las medidas que tomó Zapatero eran necesarias. Y quizá sea necesario incluso recortar más gasto en el futuro, lo cual se traducirá en menores prestaciones sociales. Deberíamos asumirlo y aceptaro. Por otro lado, deberíamos revelarnos ante cualquier intento de salvar de nuevo a la banca. Si los bancos quiebran e incluso desaparecen no va a venir el fin del mundo. Los bancos hacen una labor muy necesaria en la economía y en la vida de una sociedad, pero no son imprescindibles. Si unos fallan otros ocuparán su lugar.

  Una de las principales losas que padece la economía española es la gran cantidad de deuda privada que tenemos. Familias, empresas y banca. Parte de esta deuda es ahora pública, la de la banca. Eso ha puesto contra las cuerdas a nuestro gobierno en un par de ocasiones. El hecho de que la deuda de la banca sea ahora pública significa que quien va a tener que pagar esa deuda son las familias. Sin embargo, como ya he dicho estas están también muy endeudadas. Todo esta deuda supone un grave freno a que exista dinero para invertir y para consumir dentro de nuestra sociedad. El dinero está, pero se dedica a pagar nuestros excesos del pasado.

  Por eso, la mejor manera de salir de la crisis es via ahorro, para pagar nuestra deuda cuanto antes, y vía impago de aquella deuda que no pueda ser pagada. Necesitamos que aquellas familias, empresas y bancos que no puedan pagar sus deudas pasen por sus respectivos procesos de bancarrota y purgen el sistema de un exceso de deuda que nos ahoga. Como se hagan estas bancarrotas de la manera más justa puede ser objeto de debate. Pero debemos deshacernos de la deuda cuanto antes. Por tanto, aceptar más deuda para pagar la vieja no soluciona el problema, solo lo traslada en el tiempo. Lo que han hecho griegos, irlandeses y portugueses es precisamente esto. Mientras que todo está bien el sistema parece que funciona. Ahora, cuando viene una crisis el sistema de trasladar la deuda a generaciones futuras deja de funcionar en absoluto (a mi entender, en epocas de bonanza tampoco funciona, ya que inevitablemente lleva a crisis).

   Espero que España no siga el modelo de sus vecinos griegos, irlandeses y portugueses, ya que es un camino de penurias durante mucho tiempo. Otros paises vecinos como Lituania, Estonia y Latvia decidieron hace unos tres años, optar por políticas de austeridad severas. El resultado hoy en día, tres años después, es que las tres van a crecer este año a ritmos impresionantes. Y pueden decir con alivio que están dejando la crisis atrás. Ritmos que en los tres casos parecen que van a superar el 5% de crecimiento este año. Grecia está en recesión. España crece más despacio de lo esperado. Italia está al borde de la recesión. Irlanda también y junto con España tienen las cifras de paro más altas. Y Portugal más de lo mismo.

   Como ya comentaba hace años, cuando escribía en el otro foro, una crisis deflacionaria es necesaria para purgar los excesos del pasado y para ceder un pais y una sociedad mejor a nuestros hijos. El camino  no habría sido indoloro. Los paises bálticos que enumero arriba han pasado unos años muy duros. Pero ya han pasado lo peor y su futuro es prometedor. Nosotros decidimos no tener dolor a corto plazo. Y como dije en su dia, el dolor es inevitable. A la larga lo vamos a sufrir igual y además será más duradero.

   Necesitamos la austeridad. Necesitamos gastar menos. Necesitamos que nos bajen los impuestos y los gastos sociales (paro, jubilación seguridad social) para dar una oportunidad a nuevas pymes a formarse o a legalizarse a las que funcionan en negro. Y necesitamos mandar al carajo a la banca y que quiebre si es lo que tiene que hacer. Nada de trasferir nuestros impuestos a la banca. Si lo seguimos haciendo tardaremos lustros en salir del tunel. Un saludo